Una fotografía ha corrido como la pólvora en Portugal. En ella se ve al presidente del país, el conservador Marcelo Rebelo de Sousa, haciendo cola en un supermercado de la localidad de Cascais.
Viste de manera informal, con bermudas, jersey y zapatillas deportivas y se protege con una mascarilla. En la instantánea se le ve con su cesta de la compra, esperando en la cola para pagar, como un ciudadano más durante el desconfinamiento gradual iniciado por Portugal.
Tampoco es la única imagen de un mandatario portugués en actitud de cierta normalidad. El primer ministro, el socialista António Costa, ha difundido en Twitter fotografías en las que se le ve en una pastelería. “Si todos nos quedamos parados, sobreviviremos a la enfermedad, pero no a la cura. Es necesario superar estos miedos, con confianza y siempre con precaución”, ha escrito.