La Romana, RD.- El afamado actor Steven Seagal, quien visita República Dominicana desde hace varios días, tiene ambiciosos planes de invertir en la cinematografía del país, atraído por el clima que ofrece esta nación caribeña.
La celebridad, quien además es músico, diestro en las artes mar iales, director y empresario, dijo sentirse impresionado de la belleza, la simpatía y el potencial de República Dominicana.
Según trascendió, el actor estaría dispuesto a disponer de 300 millones de dólares para invertirlos en producciones cinematográficas y otras áreas.
Seagal, acompañado de su anfitrión, Miguel González, quien le dispensó atenciones, disfrutó de comida japonesa y libanesa en varios restaurante de Santo Domingo, y conoció La Marina, Altos de Chavon, además de playa Minitas en Casa de Campo, La Romana.
El actor se entrevistó con la directora de DGCine e hizo un recorrido por los estudios de cine Pinewood Indomina en Juan Dolio, complejo que consideró "extraordinario".
Aunque reside en Rusia, el actor de nacionalidad americana es bien conocido y admirado entre los dominicanos, debido a que sus películas cuentan con mucha popularidad, por la forma cómo pelea con sus adversarios.
La celebridad confesó que de llevar a cabo sus proyectos cinematógrafos en el país, le gustaría tener una villa en el resort mundial Casa de Campo.
Al mostrarse admirado del clima y la naturaleza, calificó algunas locaciones del país como "excelentes".
Miguel Angel González, su anfitrión, es propietario de la empresa Nest y representa varias empresas, incluida la línea aérea más grande del Caribe: InterCaribbean y es co-fundador de Playa Grande.
Sus planes
El propósito de su viaje fue explorar los ambientes y lugares ideales, para las inversiones que contempla en el futuro inmediato.
Seagal mostró interés en reunirse con el presidente Luís Abinader, quien ha sido el primer promotor de atraer este tipo de celebridades, como lo hizo con Vin Diesel, recientemente.
El actor disfrutó un recorrido gastronómico que incluyó tres experiencias totalmente diferentes. Por ejemplo, el restaurante Okazu, donde el cheff Erik lo atendió personalmente; el Wu (chino), donde evaluó de excelente la comida, y un libanés, que se lo encontró "buenísimo y entretenido".