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Ratifican prisión preventiva a Adán Cáceres por tercera vez


El mayor general Adán Cáceres Silvestre, implicado en el caso de corrupción Coral, buscaba este lunes por tercera vez que un tribunal ordenara su libertad, pero no tuvo éxito.





Los jueces de la Tercera Sala Penal de la Corte de Apelación del Distrito Nacional rechazaron su petición y por lo tanto decidieron que debe seguir cumpliendo prisión preventiva en la cárcel Najayo.





El alto militar llegó hasta aquí luego de que en agosto pasado, una jueza de primera instancia le ratificara la prisión. Ante esto apeló planteándole al tribunal de alzada que no se le revisó la medida de coerción en el tiempo establecido por ley y que por lo tanto debía ser dejado en libertad.





Luego de analizar la situación, los magistrados no encontraron méritos para que Cáceres Silvestre salga de Najayo, donde tiene ya cinco meses recluido.





Al respecto, Wilson Camacho, titular de la Procuraduría Especializada de Persecución de la Corrupción Administrativa (Pepca), indicó que esta decisión confirma que tienen una acusación sólida contra Cáceres Silvestre y los otros cuatro imputados en este caso.





“Ocho jueces han dicho hasta este momento que la medida de coerción correcta para Adán Cáceres es la prisión preventiva, ocho jueces han dicho que el proceso que ha presentado el Ministerio Público en contra de Adán Cáceres es un proceso blindado”, expresó.





Esta es la segunda vez que el exdirector del Cuerpo Especialidad de Seguridad Presidencial (Cusep) acude ante la Corte de Apelación.





Cuando en mayo se le dictó prisión preventiva tras ser acusado de desviar 3 mil millones de pesos de entidades castrenses, Cáceres Silvestre apeló y le fue denegado.





De acuerdo a las pesquisas de la Pepca, cuando en el 2012, el expresidente Danilo Medina llegó al poder, Cáceres Silvestre comenzó a crear un entramado militar-policial, social y religioso para distraer fondos del patrimonio público.





Para crear la red criminal, y desviar el dinero público, Cáceres Silvestre supuestamente constituyó un entramado junto a la pastora Rossy, quien era, además, asimilada de la Policía Nacional, el coronel policial Rafael Núñez de Aza, exdirector financiero del Cusep y del Cestur; el mayor del Ejército Raúl Alejandro Girón Jiménez, el cabo policial Tanner Antonio Flete Guzmán (hijo de la religiosa) y otros investigados para distraer el dinero y ocultarlo.





El desvío de los fondos, indican las pesquisas, consistía en lo siguiente: distraían millonarios fondos de los viáticos, la compra de combustibles, las raciones alimenticias e inteligencia.

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