La Federación Internacional de Natación (FINA) ha impuesto este domingo una política para evitar injusticias en el deporte femenino. En ella se determina que los nadadores hombres que se perciban como mujeres no pueden participar en competiciones femeninas.
Esto deja fuera a la nadadora transexual Lia Thomas, que ha arrasó en la liga universitaria estadounidense y que ha sido criticada a partes iguales por las competidoras mujeres, que califican su participación de injusta.
La nueva política de la FINA exige que los competidores transgénero tienen que completar su “transición” antes de los 12 años para poder competir en las pruebas femeninas.
Una nueva categoría
La FINA también creará “una categoría abierta” en las competiciones para los nadadores cuya identidad de género sea diferente a su sexo de nacimiento.
“La política incluye propuestas para una categoría de competición abierta. La FINA creará un nuevo grupo de trabajo que dedicará los próximos seis meses a estudiar la forma más eficaz de establecer esta nueva categoría“, indicaron en un comunicado.