Varios medios de comunicación, como Washington Post, CNN y Wired, han publicado artículos basados en documentos internos de Facebook que vuelven a dejar en evidencia el papel de la compañía en los aspectos más complicados de la red social.
Todos los documentos tienen en común una cosa: Facebook es consciente de los problemas que sufre, porque ha realizado investigaciones internas que los revelan. La gran duda está en la respuesta de la compañía a estos problemas, concretamente las acciones directas de su CEO, Mark Zuckerberg.
Un ejemplo está en el tráfico de personas. Al menos desde el 2018 los directivos de Facebook son conscientes de que traficantes usan su plataforma para lo que la compañía llama "servitud doméstica": personas vendidas para trabajar en casas privadas "usando la fuerza, el fraude, la coerción o el engaño", sufriendo abuso físico y sexual. Pero no fue hasta un año después, cuando Apple amenazó con expulsar las apps de Facebook e Instagram de su tienda de apps que los empleados de Facebook se apresuraron a eliminar contenido y a hacer algunos cambios.
Sin embargo, un documento de principios de 2021 confirma que aún existen "huecos" en la detección de este tipo de explotación humana, y que la plataforma aún se usa para reclutar, vender y comprar "sirvientes domésticos". Facebook ha respondido recordando que prohíbe la explotación humana y que ha estado combatiéndola en su plataforma durante años.
Pero a veces, puede ser más lucrativo mirar hacia otro lado; eso es lo que Mark Zuckerberg habría ordenado el año pasado, cuando el gobierno de Vietnam le obligó a censurar a usuarios disidentes. Fue el CEO de la compañía el que tomó la decisión final de aceptar a cambio de poder seguir ofreciendo sus servicios en el país, según fuentes internas consultadas por Washington Post.
Facebook corría el riesgo de ser expulsada de uno de los mercados asiáticos más importantes y en crecimiento, y el precio habrían sido publicaciones marcadas como "anti-estado" por el gobierno. Es una decisión que choca con lo que el propio Zuckerberg defendió durante los polémicos cuatro años de presidencia de Donald Trump, en los que justificó mantener publicaciones que técnicamente vulneraban sus términos en la necesidad de ofrecer libertad de expresión.
Al mismo tiempo, Zuckerberg tomó decisiones que podían tener repercusiones directas sobre la reelección de Trump. Antes de las elecciones del 2020, Facebook abrió un "centro de información" para votantes, con todo lo necesario para participar en las elecciones; pero Zuckerberg luchó para que no hubiese una versión en español, el segundo idioma más hablado en Estados Unidos y usado por muchas minorías, porque pensaba que eso no era "políticamente neutral".
En otros casos, el problema es el contrario: Facebook ignora algunos mercados en los que está presente si estos no son lo suficientemente "importantes". Es el caso de muchos países en África como Etiopía, que pese a estar en medio de un conflicto civil no ofrece servicios como detección de mensajes de odio usando aprendizaje automático.
Estas publicaciones forman parte de una serie de filtraciones de archivos provenientes de la propia Facebook, que ya revelaron problemas en su Inteligencia Artificial entre otros; también llegan en la misma semana en la que se esperan grandes anuncios en el Facebook Connect, donde posiblemente Facebook cambiará de nombre.