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EN SAN JUAN Crónica de un accidente que pudo evitarse


SAN JUAN DE LA MAGUANA.- El pasado jueves 18 de mayo se produjo un accidente lamentable en el cual se vieron envueltas cuatro damas y una menor de edad, todas residentes en esta comarca.

Se trata de un lado de Rosalba Alcántara, Rosadenia Piña y Ana Johanny Martínez,  y del otro lado Miller Castillo Luciano, quien estaba acompañada de su hija adolescente.

Las tres primeras se desplazaban en una pasola por la calle Diego de Velásquez, y la segunda en una jepetta por la calle Pedro J. Heyaime.

Según testigos oculares Miller Castillo conducía su vehículo por la calle Pedro J. Heyaime, que tiene preferencia, cuando las damas de la pasola pretendían pasar dicha vía creyendo que tendrían tiempo para hacerlo.

La intersección de las calles Pedro J. Heyaime y Diego de Velásquez es considerada muy peligrosa. Tanto es así que en una ocasión allí había un semáforo ya que con frecuencia ocurrían accidentes de tránsito lamentables, algunos de ellos mortales. Eso se debe a que quienes se desplazan por la calle Diego de Velásquez tienen la tendencia a no hacer la parada de lugar y cruzan la Pedro J. Heyaime exponiéndose a ser chocados, como ocurrió en el presente caso.

Lo que se sabe

Lo que se sabe hasta ahora es que las damas que fueron impactadas por la jepetta de Miller Castillo cayeron al suelo recibiendo golpes en diferentes partes del cuerpo. Ante esa situación Miller bajó de su vehículo para inspeccionar en cual estado se encontraban las tres mujeres que iban a bordo de la pasola. Simultáneamente muchos curiosos se acercaron al lugar. Entonces Miller no sabía qué hacer y cuando miró hacia su jepetta allí vio a su hija aterrorizada. En ese mismo momento se acercó a ella una amiga y le dijo que se llevara a su hija de aquel lugar que ella se encargaría de llevar las damas heridas a un centro médico. Así dos de ellas fueron llevadas rápidamente al hospital doctor Alejandro Cabral, que se encuentra en la misma esquina donde ocurrió el accidente, y la tercera fue conducida hasta el centro Igualas Médicas San Juan.

En tanto Miller Castillo fue a dejar su hija adolescente en la casa y cuando retornaba pasó por las oficinas de la Dirección de Transito (antigua AMET) para reportar el accidente y continuar hacia el lugar de los hechos o acudir a los centros de salud donde estuviesen internas las accidentadas. Este último objetivo no pudo cumplirlo. Más adelante se dice por qué.

La queja de las damas accidentadas

Las tres mujeres afectadas físicamente en el accidente se quejaron bajo el alegato de que Miller las dejó abandonadas y ni siquiera fue a verlas mientras estuvieron hospitalizadas. Sin embargo, se sabe que Miller dejó una persona encargada de ayudar a las mujeres golpadas mientras ella sacaba del lugar a su hija porque estaba muy afectada emocionalmente.


Luego, Miller Castillo tampoco visitó dichas damas porque supo que en los lugares en donde ellas estaban internas se había creado un estado de animadversión en su contra y para evitar situaciones de violencia o pasar un mal rato prefirió abstenerse de visitarla, aunque siempre se mantuvo al tanto del estado de salud de cada una de ellas.

Se trata de un caso lamentable que involucra cuatro damas de nuestra comunidad. Tres de ellas (Rosalba Alcántara, Rosadenia Piña  y Ana Johanna Martínez ) mujeres trabajadoras y honestas, ejemplo de entrega y laboriosidad, con un buen historial ciudadano y Miller Castillo Luciano, una dama correcta, así como madre, esposa e hija intachable, digna de toda consideración y respeto.

Un semáforo

Las autoridades municipales deben sopesar ls posibilidades de colocar nuevamente un semáforo en la intersección de las calles Pedro J. Heyaime y Diego de Velásquez. Asimismo iniciar una campaña de educación vial para que lo conductores respeten las señales de tránsito a fin de evitar accidentes. En el presente caso lo que se sabe es  que Miller Castillo Luciano admite que chocó las damas; pero que el accidente se produjo porque ella iba en una calle que tiene preferencia y las damas afectadas, en vez de hacer una parada,  la cruzaron exponiéndose a todo tipo de riesgo.



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