Luego de cometer el crimen, Trinidad fue atrapado por el joven Máximo Sena, cuando intentaba fugarse para evadir su responsabilidad, a quien hirió de dos balazos que obligaron su referimiento a un centro médico de la Capital.
La mujer recibió tres balazos anoche, en un hecho ocurrido en su residencia de la zona norte de este municipio, por lo que sus familiares, en medio de la impotencia y la consternación, demandaron de las autoridades realizar una profunda investigación sobre el crimen.
Su nombre se dio a conocer porque lo tenía tatuado en su cuerpo, pero para ello fue necesario limpiarle toda la sangre que tenía en la piel e impedía que se viera.
Fue al determinar su identidad que se supo que se trataba de una persona muy peligrosa de la comunidad, que llevaba varios años prófugo de la justicia, acusado de varios crímenes.
Las personas identificadas como familiares de Trinidad no se localizaban en su residencia y su cadáver está en poder de las autoridades policiales.
Nelito Trinidad había cumplido diez años de cárcel por la muerte del teniente Demetrio Cuevas, padre del director de prensa de Radio Enriquillo y del director de CIEPO, Periodista Guillermo Cuevas.
Tras salir de la cárcel, fue apresado nueva vez por dar muerte a un agricultor en la comunidad del Limón y sin que haya sido sentenciado se fugó de la cárcel de Jimaní.
De eso ha pasado alrededor de diez años, según narró un dirigente comunitario de la descubierta que pidió reserva de su nombre por tratarse de alguien de su propia familia.
Estando en la clandestinidad, Nelito Trinidad, se trasladó a la zona de Bonete en la zona alta de este municipio de la Provincia Independencia y asesinó al Teniente Miridio Trinidad y su esposa Negra Cuevas. Un tiempo después, apareció en el Barrio Ganadero de la Descubierta y le quitó la vida a Ramón Encarnación Benítez.
Se le atribuye, además, la muerte de un hombre del cual no se obtuvo su nombre en la comunidad de Bartolomé.
El hombre linchado tras asesinar a la mujer de su primo Roberto Ferreras, pasadas las ocho de la noche de ayer en su residencia, a pesar de las múltiples muertes que le atribuyen, no guardaba prisión sin que hasta el momento se conozcan las razones del por qué estaba en libertad.
Familiares de Melba
Roberto Ferreras se encontraba a pocos metros de donde mataron a su esposa Melba Méndez y vio a su verdugo cuando pasaba por su lado, pero nunca se imaginó lo que había provocado, a pesar de haber escuchado los disparos.
Fue cuando llegó llorando la madre de unos nietecitos con una cena que se enteró de la tragedia. Dijo que en ese instante la población fue detrás del asesino hasta que lo encontró forcejeando con un joven al que hirió de gravedad.
Se desconocen las causas que provocaron que el hombre matara a Melba, por lo que sus familiares piden a las autoridades iniciar una investigación para que se determine el origen del hecho, al considerar que ellos nunca han tenido problemas con nadie.
El Teniente del Ejército de República Dominicana, Julio Ferreras Méndez y su hermano Omar Rolando, hijos de la víctima, llamaron a las autoridades a prestarle atención a lo sucedido porque la persona que le quitó la vida a su madre era una persona con casos pendientes con la justicia que andaba libre.
“Yo espero que las autoridades competente hagan una exhaustiva investigación para determinar la verdadera causa del por qué esa persona tuvo que provocar ese hecho. Esperamos una pronta respuesta a este caso lamentable en el cual hemos perdido nuestra madre”, dijo el oficial del Ejército.
Los amigos y vecinos de Melba, la definieron como una persona trabajadora y querida por toda la comunidad.