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Juan Pablo Duarte: fe y valores religiosos / Rubén Moreta

Por Rubén Moreta
El autor es profesor UASD

Juan Pablo Duarte, fundador de la nacionalidad dominicana, era dueño de una gran fe católica, de ahí su fascinación por la simbología religiosa.  El prócer fue bautizado en la ciudad de Santo Domingo, el 4 de febrero de 1813, nueve días después de su nacimiento, por el sacerdote José Ruíz y Domínguez, y en la transcripción del acta bautismal se lee;  
“Yo el infrascrito cura rector de la parroquial Iglesia de Sta. Bárbara, bauticé solemnemente, puse óleo y crisma a Juan Pablo, nacido el 26 de enero último, hijo legítimo de Dn. Juan José Duarte, natural de Verger en los Reynos de España y de Dña. Manuela Diez, natural de la villa de Sta. Cruz del Seybo; fueron sus padrinos Dn. Luis villa de Sta. Cruz del Seybo; fueron sus padrinos Dn. Luis Méndez, regidor de este ilustre Ayuntamiento y Da. Vicenta Cuevas, su mujer legítima, a quienes advertí el parentesco espiritual y demás obligaciones; testigos Pablo Apolinario y Joaquín de Ozuna. fha. ut supra. (fdo.) Lic. José Ruiz”.
Rosa Duarte, hermana del prócer, describe que Juan Pablo: “siendo muy niño su madre le enseñaba el abecedario, la Sra. de Montilla íntima amiga de su madre, quiso ser ella la que lo enseñara a leer. Su madre aceptó el amistoso ofrecimiento y con dicha Señora, a la edad de seis años sabía leer, y de memoria recitaba todo el catecismo…”.
La madre de Duarte, Doña Manuela, le impuso sobre su pecho una medalla con una imagen católica, que siempre llevó consigo, evidencia de su unión con el paradigma cristiano.
Otro factor que contribuyó a cimentar la fe cristiana del creador de la nacionalidad dominicana, sin dudas, fue su relación con el sacerdote peruano Gaspar Hernández Morales, de quien recibió su primera instrucción sobre filosofía,  literatura y religión.
El patricio realiza una apología católica muy importante en el Juramento Trinitario, donde menciona tres veces a Dios, una vez a la Santísima Trinidad (hipóstasis que fusiona a Dios como padre, hijo y espíritu santo) y una vez a la cruz católica, símbolo identitario del cristianismo católico.
Según el también trinitario Félix María Ruíz, el texto del juramento trinitario es como sigue:
“En nombre de la santísima, augustísima e indivisible Trinidad de Dios Omnipotente: Juro y prometo por mi honor y mi conciencia, en manos de nuestro presidente Juan Pablo Duarte, cooperar con mi persona, vida y bienes habidos y por haber a la separación definitiva del gobierno haitiano y e implantar una república libre, soberana e independiente de toda dominación extranjera, que se denominará República Dominicana; la cual tendrá su pabellón tricolor en cuartos, encarnados y azules, atravesados con una cruz blanca. Mientras tanto seremos reconocidos los Trinitarios con las palabras sacramentales: Dios, Patria y Libertad.  Así lo prometo ante Dios y el mundo. Si tal hago, Dios me proteja: y de no, me lo tome en cuenta, y mis consocios me castiguen el perjurio y la traición si los vendo”.
La fe católica de Duarte queda evidenciada también en el hecho de que en su proyecto de Constitución o Ley Fundamental, el fundador de la nacionalidad dominicana expuso que: “la Religión predominante en el Estado es y deberá ser siempre la Católica, Apostólica, sin perjuicio de la Libertad de conciencia y tolerancia de cultos y de sociedades no contrarias a la moral pública y caridad evangélica”.
El eximio Padre de la Patria vuelve a mencionar la cruz en mayo del 1965, en una carta que dirigió a Félix María del Monte, refiriéndose a la Batalla de Azua, señalando que: “Un 19 de marzo triunfó la cruz y los iscariotes (malos dominicanos), escribas y fariseos proclaman triunfador a Santana”. En esa misma misiva, Duarte volvió a exponer su fe en el Ser Supremo al señalar: “Dios ha de concederme bastante fortaleza para no descender a la tumba sin dejar a mi Patria libre, independiente y triunfante”.
El autor es Profesor UASD.


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