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Paradojas de la vida: el BMW Z8 de Steve Jobs sale a subasta con un Motorola Startac como teléfono

El próximo 6 de diciembre saldrá a subasta el BMW Z8 que perteneció a Steve Jobs, fundador de Apple, a comienzos de la década de los 2000. La puja está organizada por RM Sothesby's y se celebrará en Nueva York.

BMW comenzó a concebir el Z8 a comienzos de los 90, siendo quizá el vehículo de la firma que mejor comulga con el lema "Think different" ("Piensa diferente") ideado por el gurú tecnológico.
Se trata del coche que sirvió a la firma de la hélice como banco de pruebas de las tecnologías que más tarde se asentarían como pilares esenciales del sector de la automoción en el Siglo XXI. Además, su diseño refinado a la par que retro inspirado en el mítico 507 de finales de la década de los 50, hicieron del Z8 un vehículo muy atractivo que a la postre acabaría tornándose en una demandada pieza de colección.
En lo que respecta al ejemplar que pasó por las manos de Steve Jobs, fue construido en abril del 2000 y se le entregó el 6 de octubre de ese mismo año. Además, fue uno de los primeros clientes en tenerlo, pues se trata del Z8 número 67 que se entregó en Estados Unidos. Tres años después, lo vendió al primero de los otros dos propietarios que han tenido este coche.
Sin embargo, tan solo se han recorrido con él 15.200 millas (24.465 km) y, de acuerdo con la casa de subastas, se encuentra en perfecto estado de conservación. Su motor es el V8 de 4.9 litros del M5 E39 con 400 caballos y 500 Nm de para motor, asociado a una caja de cambios manual de seis velocidades.
Entre los múltiples accesorios que conserva (capota dura, dos llaves, manuales del usuario, CD's para el navegador, etc...), destaca, paradójicamente, el teléfono que se encuentra en el cofre situado entre los asientos delanteros: un Motorola Startac, uno de los terminales más odiados por Jobs. De igual forma, resalta la matrícula californiana con la inscripción 'JOBS Z8'.
Pero para acreditar el pasado que ha revalorizado esta unidad, al vencedor de la puja se le concederá la documentación oficial que refleja que el primer propietario fue Jobs, así como diversos recibos que lo certifican. Se espera que la subasta se cierre entre 300.000 y 400.000 dólares (entre 258.000 y 344.000 euros).

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