Por: Emerson Fortuna Batista
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En una reunión dijo una amiga "me quiero ir del país, y lo haré." Eso dijo una amiga y había tristeza en su voz.
Yo pienso que se expresó así delante de mí porque sabe que tengo una especialidad en Derecho Migratorio. De modo más específico soy gestor migratorio. De eso vivo, profesionalmente hablando. Pero mi conclusión fue que su deseo de marcharse del país no es por razones turística, ni porque quiera, exactamente, irse de paseo al extranjero, ni por bienestar económico, que es uno de los motivos que más impulsan a las personas a salir de su lar nativo, sin importar en que parte del mundo se encuentren.
Ante su postura de "largarse" del país mi pregunta más lógica fue "¿para dónde?". Y su respuesta vino como un rayo:" Para donde sea. Ya no quiero estar aquí", y a continuación comentó que en nuestro país están pasando muchas cosas feas.
En aquella conversación de amigos, entre una cosa y la otra, le digo: "pero si te vas del país en todas partes del mundo siempre se presentaran situaciones incómodas, si la razón es evadirlo, y problemas habituales. La muchacha se armó de valor y me dijo: "Si yo sé, pero no es por eso, es que en el país están pasando cosas que antes no veía ni escuchaba que se daban aquí. Suicidios y asesinatos últimamente más de jóvenes perdiendo la vida por causa de ellos mismos o a manos de otros. Jóvenes perdiendo la vida, la juventud del país, y eso me entristece. República Dominicana anteriormente no era así".
Y pensando, me fui a esa situación nueva que se nos presenta en el país. Y no me concentré únicamente en la situación penosa y preocupante por la que atraviesa la mujer dominicana y esa tendencia cotidiana hacia los incesantes feminicidios; sino a la juventud de ambos sexos. Y es verdad que el panorama no pinta nada bien. Jovencitas, niñas, también jovencitos y niños despidiéndose trágicamente del mundo contemporáneo.
He reflexionado en otros artículos acerca de la necesidad de hacer estudios, seminarios, e implementar programas con los cuales hacerle frente a situaciones sociales problemáticas, las cuales requieren de alguna acción específica, según el caso lo amerita, y el tema de la juventud y sus problemas no será la excepción, porque los sucesos preocupantes y que demanden algún tipo especial de cuidado, es necesario darle seguimiento, y ahora a la lista se suma esta de los jóvens que lucen desorientados dentro de l sociedad.
Es necesario salvaguardar la vida de los jóvenes, futuro de nuestro país y creadores de posteriores generaciones.
El autor es abogado
Gestor Migratorio
Con estudio abierto en calle
Trinitaria No. 12
Teléfono (829) 557 9425
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Opinión