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Goldquest quiere demostrar no dañará rio ni agricultura San Juan

Luego de 10 años de exploraciones que revelaron la presencia de 1.2 millones de toneladas de cobre y oro, la minera Goldquest afirma que ahora solo espera la oportunidad para demostrar que la explotación del yacimiento El Romero, en la provincia de San Juan, no afectará el agua ni la agricultura de ese importante valle.
La empresa sometió la solicitud del permiso minero a partir del cual iniciará su batalla ante las autoridades ambientales, las comunidades y ambientalistas que han puesto en dudas que la explotación minera no afectará la actividad agrícola.
El ingeniero Julio Espaillat, presidente de Goldquest, insiste en que al ser una mina subterránea no habrá afectación de bosques; el agua en la planta vendrá de la lluvia y circulará en un circuito cerrado y además no se usarán químicos para separar los minerales.
A finales del 2015 la minera formalizó la solicitud ante del Ministerio de Energía y Minas y a partir de ahí ha suplido las informaciones requeridas, la última el pasado mes de diciembre.
“Sabemos que todos los procesos, aunque quisiéramos que fueran muy rápidos, toman tiempo debido a que los técnicos quieren evaluar cuidadosamente todo lo que hemos entregado”, apuntó Espaillat.
Una vez con el permiso minero, tendrían que buscar varias autorizaciones, la más difícil la del Ministerio de Medio Ambiente que primero deberá entregar a la empresa los términos de referencia (TDR) para el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) a los fines de obtener la licencia y poder explotar el yacimiento.
El proceso ambiental también incluye presentar el proyecto en vistas públicas a la comunidad, que también deberá opinar al respecto.
“Lo que se requiere es un análisis bien detallado social y ambientalmente; ¿qué es lo que estamos pidiendo?, que nos den la oportunidad de demostrar eso”, dijo Espaillat.
Detalles. Los estudios ambientales pueden tardar hasta tres años porque son investigaciones muy detalladas de cómo interacciona el proyecto en el medio ambiente y para lo cual contratarán firmas y técnicos certificados en la materia, señaló Espaillat.
Recordó que el yacimiento está a 150 metros de profundidad, al poner de referencia que la minería subterránea existe hasta debajo de ciudades como México y Canadá sin afectar la estabilidad del suelo gracias a los avances tecnológicos.
Sin cianuro. En cuanto al procedimiento para separar los metales de las rocas, Espaillat explicó que se usará glicol (materia prima del jabón) y agua mediante lo que se conoce como separación física.
El proceso consiste en que cuando se extrae el material de la mina, se tritura y luego se pulveriza y a ese producto se aplica el agua y el glicol para que el cobre suba a través de las burbujas provocadas por la mezcla.
Espaillat detalló que el oro de la mina está contenido en el cobre, por lo que se generará un concentrado que luego se fundirá fuera del país.
El material inerte, o sea, que no contiene cobre y oro, será usado para rellenar las zonas minadas agregándose cemento, o sea, que el cierre minero y la producción irán siempre a la par.
“No vamos a usar cianuro ni ningún químico dañino al medio ambiente”, insistió Espaillat.
La planta estaría a tres kilómetros de la mina y el mineral será transportado en camiones.
El agua. El circuito de agua para el proceso industrial minero requerirá 100,000 metros cúbicos, que serán captados de las lluvias, circularán de forma cerrada y será rehusada. En el proyecto, que tiene un área de 400 metros cuadrados, habrá una laguna para captar el agua lluvia y suplir el líquido que se evapore.
Con relación al río San Juan, que está ubicado a un kilómetro del área de planta y a 200 metros del yacimiento, Espaillat aseguró que no se usará agua del mismo y que las perforaciones no le afectarán porque a 150 metros de profundidad “es imposible una gota de agua filtrarse”.
Apuntó que los acuíferos están normalmente a un nivel máximo entre los 20 o 30 metros de la superficie y existen técnicas para prevenir posibles fracturas, las cuales son muy mínimas.
Reforestación. Toda la zona del proyecto está muy reforestada debido al conuquismo, por lo que Goldquest afirma que desarrollará un plan de recuperación de bosques y de cultivos bajo invernaderos.
Según Espaillat esta iniciativa está en consonancia con los proyectos de desarrollo agroforestal que impulsa el presidente Danilo Medina en la región sur.
Como valor agregado, señala que van a construir 23 kilómetros de carretera desde la presa de Sabaneta hasta el proyecto, ya que están muy deterioradas.
Indicó que esta vía facilitará el acceso a los demás proyectos agroforestales.
También tienen proyectado construir una línea eléctrica que beneficiaría alrededor de 1,500 personas de pequeñas comunidades aledañas que no tienen servicio energético.
Además una línea de fibra óptica para facilitar la comunicación telefónica y de Internet.
Inversión. Goldquest ha invertido 25 millones de dólares. De obtener los derechos de explotación de forma preliminar invertiría 150 millones de dólares para construir la planta industrial y 25 millones de dólares en la carretera.
En dólares, generaría divisas entre 100 a 200 millones por año; 25 millones de impuestos nacionales y entre 3 a 4 millones en impuestos municipales.
Aportaría 300 a 400 empleos directos y más de 150 contratistas.
El proyecto de extracción de las 1.2 millones toneladas de cobre y oro se haría en casi 10 años aunque la vida de la mina podría extenderse si se descubre otro yacimiento o aumentan los precios de los metales.
De ser aprobado, Romero sería el segundo proyecto minero subterráneo del país, ya que recientemente la minera Cormidom, ubicada en Maimón de Monseñor Nouel, reveló hallazgos de cobre a 400 metros, luego de varios años de explotación superficial.
Veeduría. “Si se demuestra que hay una afección negativa al medio ambiente que no puede ser manejada, el proyecto no va”, expresó Espaillat,
Agregó que “lo importante es que la gente esté segura de que el proyecto solamente va a ser beneficioso desde el punto de vista no solo económico, sino social y ambiental”.
Al ser cuestionado si temen que el proyecto genere rechazo como sucedió con loma Miranda, reconoció que es un riesgo y dijo que están abiertos a la comunidad académica para que participen como veedores en lo que afirma podría ser un nuevo modelo de hacer minería en el país.

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