Muchos de ustedes conocen el caso de la jovencita que fue violada por un tipo en el ensanche La Paz, de la capital. Como es de su conocimiento puso su querella en la oficina de la inoperante unidad que se encuentra en la Romulo Betancourt.
Dos meses después no ha pasado nada. Hicimos la denuncia por aquí y no pasó nada. El encargado de esa unidad se hizo el chivo loco y dejó las cosas como están. La muchacha violada, el violador suelto. Una familia indignada. Una muchacha abochornada.
Ahora lo que falta es que alguien de la familia se decida a darle una pela, o algo peor, al agresor sexual de la joven burlada. O que esta tome la justicia en sus manos. Porque el órgano del Estado al que le corresponde actuar no ha hecho nada. El tipo está en la oficina de lo más bien.
La unidad de atención a víctimas de violencia intrafamliar y delitos sexuales de la avenida Rómulo Betancourt tiene que ser intervenida. Eso no sirve. Eso no funciona. Es una oficina inoperante. Eso perjudica a la sociedad, al gobierno y al Estado. ¿Por qué no se hace algo para corregir esa situación?
Es doloroso que una situación como la denuciada se mantenga por más tiempo.
La joven víctima de la violación es de San Juan de la Maguana. Su nombre se omite por respeto a su dignidad personal.
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