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Ganaba millones predicando el evangelio y se acostaba con
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Algo chocante en la iglesia católica (que también se está haciendo común en la evangélica) es que los más altos dirigentes "los cocotes parados", es decir, son arrogantes, prepotentes, se creen dioses, y tienen posiciones rimbombantes "obispos" "monseñor" "cardenal", en la católica. En la evangélica "reverendo", "pastor" o cualquier otro título que los haga más importantes. Unos y otros andan buscando títulos que los hagan parecer personas con prestigios y poder... figuras de relieve.
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