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Qué es el efecto Mandela y cuáles son los casos más famosos que se recuerdan


Nelson Mandela murió en la cárcel. Espera, no, salió de ella, ¿verdad? Sorprendentemente, si alguna vez le haces esa pregunta a un grupo de gente, es probable que muchos recuerden haber visto en la televisión el exacto momento en que Madiba falleció en prisión y, sin embargo, sabemos de sobra que salió de su presidio y se convirtió en presidente de Sudáfrica. De hecho, murió en 2013, y el intérprete de signos que acudió a su funeral se hizo famoso en el mundo entero.





El efecto Mandela es un término acuñado por la bloguera y pseudocientífica Fiona Broome y viene a señalar a esos falsos recuerdos que, sin embargo, todo un grupo de la sociedad comparte. El cerebro por algún motivo nos juega una mala pasada y recordamos aquello que nunca sucedió. En otras palabras, nos inventamos cosas que damos por sucedidas aunque nunca hayan pasado, y a nivel colectivo. No hay consenso, pero algunos expertos explican que los recuerdos se construyen periódicamente a lo largo de la vida de una persona pero son modificados por estímulos externos o internos; por lo tanto se producen cambios a lo largo de nuestra vida de los recuerdos originales y la propia experiencia, y quizá por ello algunos creen recordar cómo Mandela murió en la cárcel.





Aunque el activista contra el ‘apartheid’ y Premio Nobel de la Paz fue el que dio nombre a este curioso efecto, en realidad casi todos tenemos uno o varios recuerdos que no sucedieron como pensamos. He aquí algunos ejemplos.













No, no viste el 23F por la tele





Vale, todos tenemos en mente las imágenes de Antonio Tejero entrando al Congreso de los Diputados al grito de «se sienten, coño», su posterior forcejeo con Gutiérrez Mellado, y quizá guardamos en la memoria otras caras conocidas que decidieron esconderse debajo de su escaño o no hacerlo como Adolfo Suárez y Santiago Carrillo. Sin embargo, estas imágenes nunca se emitieron en directo por televisión, aunque algunas personas aseguren haberlas visto en aquellos momentos. El 23F tan solo se retransmitió por la radio.





‘Ladran Sancho, luego cabalgamos’ no es del Quijote





Mucha gente se jugaría una mano a que esa expresión, frecuentemente utilizada en español para indicar que alguien avanza pese a las críticas, aparece en ‘El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha’. Probablemente la confusión se deba a que a la cita se le añadió el nombre de Sancho pero, en realidad, no aparece en ningún momento en el libro de Cervantes, ni siquiera algo que pueda asemejarse. El consenso general es que proviene de un poema de Goethe (‘en busca de fortuna y de placeres/ más siempre atrás nos ladran’) o de un proverbio de origen turco, y luego Rubén Darío adaptaría las palabras, pero del Quijote ni una palabra.





La niña de la mermelada, el perro y Ricky Martin





Si hay una leyenda urbana truculenta y divertida en nuestro país, es la de la niña de la mermelada y Ricky Martin. En los años 90, Isabel Gemio o Concha Velasco (depende de a quién preguntes) presentaba un famoso programa llamado ‘¡Sorpresa, sorpresa!’ al que presuntamente Ricky Martín fue invitado para sorprender (nunca mejor dicho) a una fan. Encerrado en el armario de la casa de la niña, según algunas versiones, debía esperar a que ella apareciese y saludarla. Sin embargo, cuando finalmente salió, se la encontró completamente desnuda y jugando con su perro y un tarro de mermelada.





Ni Sam la tocó otra vez, ni ‘La oreja de Van Gogh’ tiene un vídeo apoyando a ETA, ni viste a Tejero entrar en el Congreso en directo en la televisión





En realidad, nadie vio jamás ese programa, pero no hubo una persona por esos años que no conociese la historia o se la contase a otra persona. Sorprendentemente, la leyenda viene de largo, y se cree que apareció por primera vez en 1994, en una revista satírica canadiense, Y, ya de paso, tampoco existe ningún vídeo de ‘La oreja de Van Gogh’ apoyando a ETA.





¿Qué pasó en Tiananmén?





Las imágenes de las manifestaciones lideradas por estudiantes chinos en la plaza de Tiananmén en 1989 dieron la vuelta al mundo. El 5 de julio, un ciudadano se situó delante de una fila de tanques intentando bloquear su paso (una de las fotografías más famosas del mundo, probablemente). Muchas personas dicen recordar cómo el joven no consiguió bloquear el paso de los carros y fue arrollado por ellos, muriendo. En realidad, jamás sucedió tal cosa.






Algunas frases de películas y el efecto Mandela





Nuestro cerebro no solo se equivoca con hechos históricos o niñas de la mermelada, también con las películas. Por ejemplo, Micky Mouse no lleva tirantes (aunque le recuerdes con ellos), y hay algunas frases que tenemos grabadas a fuego en la cabeza y que, sin embargo, jamás se han pronunciado en algunas películas:





No, la malvada reina de ‘Blancanieves’ no dice en toda la película: «Espejito, espejito».





Tampoco Darth Vader dice «Luke, yo soy tu padre» en ‘El imperio contraataca’, simplemente dice: «No, yo soy tu padre», aunque lo primero mola más.





En ‘Casablanca’ nadie dice «tócala otra vez, Sam», por si te lo estabas preguntando.





«Francamente, querida, me importa un bledo» le susurra Rhett (Clark Gable) a una llorosa Escarlata (Vivien Leigh) en ‘Lo que el viento se llevó’, ¿verdad? Pues lamentamos decirte que tampoco. Y si no nos crees, puedes ver este vídeo.









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