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Políticos trogloditas en pleno siglo XXI

Por: Emerson Fortuna

Las elecciones pasaron el 15 de mayo del presente año, y todavía hoy, 16 días  después, sigue el reconteo de los votos, ahora manualmente, ya que el primer conteo se hizo de manera electrónica, y los que no salieron agraciados en las mencionadas elecciones, no aceptaron morder el polvo de la derrota, y exigieron que se recontaran los votos a la antigua, es decir, con el método convencional, que como mencionamos, es manual. Exigir ese método, que es legal, no está mal, pues se está decidiendo el futuro del país.

Como en cada sufragio electoral, puede ser congresual, municipal, o presidencial (en este caso fueron los 3 procesos juntos), lo que nunca vemos correcto es la forma agresiva, violenta, de exigir el derecho a reconteo de los votos,  alterando el orden público en todas las poblaciones, urbanas y rurales, de la provincia.
Este proceso lo vimos como “crónica de una muerte anunciada porque,  o largo del proceso electoral, siempre se supo que el presidente Danilo Medina encabezaba todas las encuestas.
Los que perdieron las elecciones dicen que donde fueron derrotados “se hizo fraude”, pero donde ganaron guardan silencio, dando a entender que allí todo estuvo a las mil maravillas y que la Junta Electoral de tales lugares (municipios o provincias) hizo un trabajo honesto y transparente, y que por tanto, su labor fue correcta. Se trata del clásico comportamiento del niño  inmaduro y ñoño de que “los malos son los otros, y nosotros los buenos”.
Por otra parte, como en las elecciones pasadas se escogieron senadores y diputados, vamos a hablar un poquito, de manera específica, sobre los aspirantes a diputados, que como tales forman parte del Poder Legislativo. El caso de los senadores lo trataremos en otra ocasión.
En San Juan de la Maguana, que fue donde ejercí mi derecho al voto, cuando los aspirantes  exigen de manera violenta la candidatura que supuestamente ganaron , eso no deja buen sabor, eso nos dice que en el futuro esa persona podría tornarse mucho peor con poder, porque, si esa es su manera de reaccionar al no ganar y querer arrebatar, podemos sacar conclusiones negativas. No es tan difícil saber el resultado de 2+2=4. Matemática simple.
Hay un dicho muy famoso que reza “los pueblos tiene los gobernantes que se merecen”. Eso es una gran verdad; y los que votan por un político que luego de ganar se acuerda de sus votantes, se sienten doblemente victoriosos; contrario a los que eligen mal y escogen un buenmozo o una buenamoza que luego le da la espaldas. Entonces se lamentan de esa mala decisión. Y esas malas decisiones son frustratorias para la vida política de esos ciudadanos que confiaron en ese político. El mal es mayor porque su equivocación le da poder a políticos que, a veces, afectan los intereses comunitarios de otros electores que no votaron por él ya que lo consideraban  irresponsable. Son políticos farsantes que luego se alzan con el santo y la limosna.
Estamos totalmente de acuerdo que el sufragio electoral, así como elegir y ser elegido, es un derecho ciudadano de cada quien, y que no se debe coartar de ninguna manera. Pero, debemos ejercer dio derecho responsablemente y saber muy bien a qué persona estamos llevando al poder, no solo ver a la persona como al amigo que estamos tratando en campaña; sino, a quien luego será una autoridad y su comportamiento, bueno o malo, nos afectara de alguna forma. En tal sentido sería bueno tomar en cuenta lo que dice Maquiavelo: “pocos ven lo que somos pero todos ven lo que aparentamos”. Por esta razón debemos valorar con mucha cautela cómo se ha manejado nuestro querido candidato a lo largo de su vida. Está bien que estemos conscientes de sus buenas acciones, pero también de las malas. Si no estamos claros en esto fácilmente después nos estaremos lamentando por 4 años.
Cambiando de tema, en estas elecciones también fuimos testigos del comportamiento irritante de algunos candidatos a diputados que resultaron victoriosos. Sobre todo en la capital. Recuerdo que uno de estos tipos se desbocó hablando de otra persona. No había ganado su curul todavía y hablaba sin pensar. Lanzaba pus por la  boca. Maldecía y criticaba a cualquiera de sus compatriotas. Si comportamiento era indeseable, pero a él no le importaba. Su egoísmo, su prepotencia y su orgullo estaban por encima de todo. “Yo soy yo”, parecía ser su lema, como si fuera un hombre del siglo XVIII de la corte del  rey Luis XIV, llamado “rey sol”. En fin, toda su conducta era una falta de respeto a la sociedad, al ser humano. A la humanidad.
Conclusión de todo lo dicho anteriormente: los políticos que aspiran a dirigir un país, deben ser los primeros que llamen al dialogo, a la diplomacia,  al consenso, a la paz, no al desorden, molestos como niños berrinchudos que no entienden de razones y que no quieren cambiar.
Dirigir un país, no es algo sencillo, (aclaro, yo nunca he dirigido ninguno), pero lo sabemos por la experiencia de quienes nos han gobernado.
Y es cierto que San Juan de la Maguan es una provincia,  donde dije que ejercí mi derecho al voto; así como también ejercieron el mimo derecho las personas que votaron por  equis candidato, y las que no votaron por este, sino por otro (o se abstuvieron)  también son personas dignas y se merecen el respeto de los que ganaron y de los que no saben perder. Es cuánto.


El autor es abogado y escritor

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