Como dice la frase popular "llora ante la presencia de Dios" que un joven de sus excelentes cualidades deportivas y humanas viva por debajo de la línea de la pobreza. Lo que más conmueve es su humildad, su carácter de joven sano, pese a vivir en una de la más abyecta de las miserias: la miseria que está por debajo de los límites de la pobreza extrema. Miseria vergonzante para el pueblo dominicano y que refleja la enorme desigualdad económica y social que flagela la sociedad dominicana y que hoy se encuentra a niveles ya insoportables.
Si hubiera sido otro tipo de persona, probablemente acomplejada, y por tanto deformada, y no alguien como Josué, tal vez hubiese recibido la prensa en casa de un amigo o de un familiar que estuviera en mejores condiciones económicas para aparentar y ocultar su pobreza. Así hacen muchos en nuestro país, donde abundan los farsantes, que en lugar de pisar tierra , y vivir dentro de la realidad, prefieren la hipocresía y la falsedad. Y viven vidas equivocadas.
Esta entrevista es un duro golpe en la cara a la realidad socio-económica de nuestro país. En la República Dominicana debe producirse una reestructuración de la sociedad. Ya está bueno. Hace falta más equidad. Debe darse ya una reforma fiscal que permita una redistribución de la riqueza a fin de que el crecimiento económico de la República Dominicana de las últimas décadas pueda llegar a los sectores más pobres del país.Hace años que el país experimenta el fenómeno del crecimiento económico, del Producto Interno Bruto (PIB), pero ello no se traduce en bienestar para el pueblo dominicano. Se queda en unos pocos bolsillos. En unas pocas familias. En los bolsillos de varios clanes. ¡Basta ya de tanta injusticia social! ¡Ya está bueno!!!
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