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El problema del trásinto en Santo Domingo está matando la gente

Manejar por las calles de Santo Domingo es una verdadera pesadilla debido a que la circulación de vehículos es muy lenta, y para llegar a cualquier| destino se necesitan horas debido al congestionamiento del tránsito.

Las razones de tal fenómeno puede encontrarse en  varios factores, el principal de los cuales es la ausencia de suficiente vías públicas que permitan la circulación fluida de vehículos.

Para solo poner un ejemplo, entre las avenidas Jiménez Moya y Luperón,  que cubre un trayecto de unos 6 kilómetros solo existen dos calles que permiten que los conductores de la parte sur de la capital puedan accesar el centro de la ciudad y llegar hasta la 27 de febrero y calles aledañas. Esas vías son la Italia y la Núñez de Cáceres. Quien no sube o baja por esas arterias tiene que trasladarse hasta la avenida Luperón, doce kilómetros al sur, o a la avenida Enrique Jiménez Moya, en la zona del Centro de los Héroes.

A ese mal se suman otros: los semáforos dañados, los conductores impertinentes. La población vehícular ha crecido espéctacularmente, pero las vías de comunicación son las mismas, y tiene implementa medidas oportunas para responde a ese problema propio de las grandes ciudadeds.

Así, una persona que se desplaza desde el kilómetro 9 de la carretera Sánchez  hasta la 27 de febrero con Leopoldo Navarro, en donde está la parada de Caribe Tours, podría tomarse hasta una hora, y a veces más tiempo en llegar . Se trata de un trayecto de no más de 7 kilómetro. Ello significa que un vehículo que saliera del mismo lugar hacia la ciudad de Baní llegaría hasta media hora antes.

Y así de caótico es el tránsito en toda la capital debido a la falta de calles y avenidas que faciliten la circulación vial. Hace falta calles. Hace falta nuevas avenidas. El ayuntamiento del Distrito Nacional se tiene que poner las pilas. La autoridad Metropolitana de Transporte, se tiene que poner las pilas. El Ministerio de Obras Públicas se tiene que poner las pilas. Este tránsito caótico está matando la gente.
Los conductores de la capital tienen el grito pegado al cielo. Esto no lo aguanta nadie. Para colmo de males con los tantos tapones el consumo de gasolina se ha disparado.

¿Quién podrá defendernos?

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