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Conductor irritado pide al joven que no le eche agua al vidrio de su carro; pero este ignora la solicitud y continúa limpiando el vidrio como si nadie le estuviera hablando. |
Los "limpiavidrios" solo se empeñan en hacer su trabajo con los vehículos privados de todo tipo, a los que les tiran agua, y agua y luego un trapo mojado, todo sin tomar en cuenta el interés de su conductor.La mayoría de estos "limpiavidrios" exhibiendo una conducta inaceptable, se hacen "los chivos locos" cuando los conductores les hacen señas para que no le echen agua a su vidrio, y siguen como si nada, para luego pedir que "le den algo".
Todo ello ocurre frente a las autoridades de la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMET) y todas las autoridades de orden público en la capital. Todos se preguntan ¿por qué lo permiten?
CASO ONEL BAEZ
El año pasado,el 16 de septiembre del 2013, el joven Jonnatan Onel Baéz Guzmána, que se desplazaba tranquilamente en su vehículo, fue importunado por uno de estos limpiavidrios, que a la mala, se empecinó en limpiar , contra su voluntad, el cristal de su auto, a lo que se negó. Su molestia fue tal que cuando el limpia vidrio le echó agua sucia al vidrio de su carro repondió dándole un tiro en la cabeza. Un exceso fruto de la exasperación, porque los limpiavidrios de la capital se creen con la calidad suficiente para que todo automovilista permita que le limpien el vidrio de su carro, aunque este se encuentre impecable.Hoy un joven dominicano anda prófugo de la justicia, imputado de homicidio, y otro joven se encuentra en el cementerio.
Las autoridades prohibieron las actividades de los limpiavidrios, luego del caso trágico referido. Por varias semanas estos sujetos desaparecieron del escenario; sin embargo, poco a poco fueron retornando y en la actualidad están, nuevamente, como si nada hubiera pasado.
Nada impedirá que una nueva tragedia se repita. Nadie debe extrañarse si se produce otro u otros muertos por este asunto de los limpiavidrios. Estos son impertinentes e irresponsables, y en las calles hay muchos conductores aburridos, y personas que, como Onel, pueden perder la sensatez y hacerles pagar su caro su imprudencia. Si así ocurriere las autoridades policiales tendrán la mitad de la culpa. Es bueno que se sepa.
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